Ahora los días inciertos
vacilan, tropezando
en pliegues de
crepúscolos
precoces, ceniza residua
de la agonías de agosto.
Se abisma el sol
en el eterno misterio
de teoremas indefinidos
con fatigosas parábolas.
Busco rastros de tí
entre pálidos coagulos
de naufragadas pómecez
pero vislumbro sólo conchas
que el mar ha descarnado
y el silencio de ellas
susurra
que cada tiempo es pasado.